Miro hacía atrás
de vez en cuando,
para no olvidar lo
que un día fuí.
No quiero perder
la inocencia en una
cuneta.
No quiero ser víctima
ni verdugo.
Quiero conservar la
capacidad de asombro,
la frescura de las flores
abiertas.
Mejorar mis logros, huir
de mis fracasos.
Llenarme cada instante
de plena satisfacción,
llevarme para siempre
conmigo, tu compañía.