El triunfo es una estrella
fugaz que alumbra solo
un día, pero su explendor
se difumina en el aire.
El esfuerzo es su mejor
aliado y compañero.
Mientras la espera,
algunas veces es eterna.
El azar es caprichoso,
y sorprende con su elección.
Muchas veces se encuentran
ambos y es duradera
su unión, en otras ocasiones
no coinciden nunca.
Pero el afán de la existencia está en
su encuentro efímero.