La luna ilustre dama
de la noche, es testigo
de nuestro amor.
Ilumina con su luz plateada,
y su tímida sonrisa, alejando
cualquier forma de dolor.
Espejo en el que se refleja
el manto de estrellas que la
arropa en toda su magnitud,
y la envuelve.
La noche esta huérfana
sin ella.
Mujer, de férrea voluntad,
rodeada del misterio
que su pálido rostro, esconde,
a los adoradores de su
reinado, en la noche
tibia y estival, siempre festiva.
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