Estamos destinados
a ser fuertes ante
cualquier adversidad.
Sabemos que el tiempo
cambiará las prioridades,
sin atisbo de maldad.
La frescura del rostro,
la belleza liviana de la juventud.
Se irá por el camino,
en el devenir del tiempo,
un día nos abandonará
sin acritud.
La lucha diaria nos devolverá
quizás en sabiduría, tanta cesión
de talento.
la dulzura será
el aliado de la senitud.
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