Nos reflejamos en la mirada
de los arboles, acacias, robles
y cerezos, con sus frutos, como
lágrimas madurando, bajo nuestra
admiración y sorpresa.
El tiempo mejora y empeora
ciclicamente, como es usual
en primavera.
Las tardes más largas,
inducen al paseo alentador.
Mientras, las plantas
se convierten en flor,
llenando de color y calor.
Arco iris de tonalidades
en los campos, mimados
por el sol.
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