El trébol de la suerte,
de cuatro hojas,
guardo en el bolsillo,
para que me sonría
con su
inusitado brillo.
Soplo milanos que
iluminan como estrellas,
concediendo deseos
a los espíritus puros.
Libro batallas contra
el viento, que mece
los cerezos, con su
musical murmullo.
Susurro historias nuevas
a tu oído.
Para que me recuerdes
sin el menor ruido.
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