No podemos soltar
las cadenas de los días
y las horas.
Es tiempo de recordar
la libertad que se
perdió un día de Marzo.
Mientras la lluvia
no cesa de castigar
estas tardes solitarias
y fugaces.
Desaparecen las aves,
solo pequeños gorriones
en busca de sustento
surcan las nubes, que
descargan su furia
en las desiertas calles.
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