~El tiempo~

Mientras pasan los días, encadenadas

nuestras ilusiones,parten hacía 

un destino incierto.

El rió de la vida llena el caudal

de retazos y anhelos.

Mientras el paso del tiempo,

no se detiene, nunca llegan 

a cumplirse todos los sueños.

Los que se quedan en el 

camino y los que nunca 

se cumplieron.

Navegan sin rumbo, en 

el mar del deseo.

~Anochecer de estío~

Se nos escapa de entre los

dedos entrelazados, este

último anochecer de Julio.

El sol como un niño

que corre detrás de su cometa.

Se esconde maravillando en su

trayectoria al mar.

La luna llama temerosa

a la puerta y las estrellas,

como conchas de mar, se

apresuran a la llamada

de la noche, que manda y 

ordena, en esta sincronía

de luz y claros de luna.

~Papa~

Te fuiste dejándonos esta soledad

que atenaza nuestros sentidos.

Como si el frió invernal ya no cesara.

Se nos desgarra el alma con tu partida.

Tu has sido el espejo en el que

todos nos miramos.

Desde nuestros primeros pasos por la vida,

nos has seguido enderezando, tu que siempre decías

lo que pensabas, de frente con valentía

y una mirada complaciente

Te vas con la certeza 

que da el trabajo bien hecho,

nunca te vencieron los avatares de la vida,

seguías luchando.

has dejado de sentir pero nunca

dejaste de crear.

~Noche solitaria~

Mi niña pequeña

quiere subir a la luna,

para guardar su luz blanca

en una cajita de plata.

Ella, menuda y chiquita,

juega y sus dedos señalan

al cielo.

Solo soy feliz, si me 

acompaña y me llama.

Sobre todo esta noche,

triste y solitaria.

~Mujer~

La niña que viaja 

contigo siempre aparece

en la ilusión.

Mujer, desde siempre 

has sido la fuente de la vida,

llenos los bolsillos de 

caricias y tesón.

Luchas para ganar la batalla,

al tiempo y a la

adversidad.

Siempre tenaz ante los retos,

siempre presa del amor.

~La mujer muerta~

Despliega su abrazo maternal

sobre la ciudad, como si

bajo su cuidado y su celo,

todos nuestros anhelos se

realizaran.

Con su silueta, hemos 

jugado, sonriendo ante

el sol radiante del verano

y nos protege cuando

el blanco manto que 

la cubre, de paso al invierno.

Siempre silenciosa, siempre 

presente.

La mujer muerta, la montaña

que vigila el sueño dulce

de los niños segovianos.

Al ocaso del día, derrama

su grandeza sobre la ciudad

que cuida.

~El circo~

Llegan ya los payasos,

el circo con su colorido

equipo, los malabaristas

y las guapas equilibristas.

Hay grandes elefantes con 

adornos y volantes,

caballos de precioso engarce.

negros como el azabache.

Las valientes gentes del 

circo con su labor constante,

alegran y festejan con todo

su arte.

La magia del circo envuelve

su universo errante.

~la bellota de oro~

Conozco un bosque

donde los árboles son altos y

esbeltos.

En la espesura reina el

Rey de las ardillas,

tiene una corona de bellotas

de oro,

que recogen con esmero

sus súbditos con aplomo.

Cada ardilla esconde en 

el agujero de los pinos

un gran tesoro.

~Fin del Verano~

Se acabaron los días

en los que tocabas el sol

con los dedos.

Su caricia permanece

y la luz cambia,

transformando los días

lentamente, finalizando 

el preciado estío.

Los árboles lloran ya 

su esplendor pasado,

dejando caer sus hojas.

Añoranza de juegos 

y risas.

El mar en calma.