En el ocaso del día ,
pinceladas rosadas cubren las nubes,
espectáculo de tonalidades suaves,
que envuelven el atardecer.
Termina el día,
con el deber cumplido.
Los sueños todavía vivos aunque,
los años les resten esa frescura que da la juventud
y se pierde sin querer a la vuelta de la esquina.
Aunque el recuerdo de la niñez
permanece siempre vivo,
en los que nos sorprendemos todavía...
Cuando del cielo surge el arco iris,
después de un día de fina lluvia.
Agradezco la fidelidad de mis lectores,vosotros hacéis realidad mi sueño.
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